¡Qué relaciones más extrañas maneja nuestra memoria! El perfecto dibujo de estos hemisferios cerebrales que compartes, me ha traído al momento presente, la vivencia de unos chupitos de mi pasada vida gamberra que se llamaban así " C e r e b r o s ", en mis juergas por Manuela Malasaña en Madrid, y su composición era muy simple: Baileys y Granadina. Cuando lo veías, efectivamente era tal cual un cerebro en formol cubriendo todo el chupito como si se tratara de la retorta de un científico loco. El problema era que estaba, como puedes imaginar, muy bueno y dulce, pero no "subía", y ya empezamos a desvirtuarlo echándole whisky, licor de café y otras burradas que ya ni me acuerdo [¡¡¡De ello puedes deducir que logramos suministrarle la potencia que le faltaba!!!! ] En suma, siempre fueron "Cerebros" en cuanto a la pareidolia del vasito!!!!! Un Abrazo por estas entradas que me resultan tan evocadoras!!!!!!
Hola, Portoventolero! Recuerdo muy bien el chupito Cerebro, debe ser el preferido de los zombis. El cremoso Baileys al diluirse en vodka (yo lo tomaba así) conseguía una textura de sesos. Toda una experiencia. Sí, como un cerebro flotando en formol. ¡Dios, la de guarradas que llegué a beber por esa época! Saludos! Miquel.
He publicado en El Periódico, El País, Primera Línea, Vogue, Cosmopolitan, DT... y también escrito e ilustrado los libros Barcelona, 100 restaurantes con menú, Barcelona, 107 restaurantes con menú y ¡Uf, hoy cocino yo!, una recopilación de recetas sencillas para jóvenes.
He colaborado en el texto del libro Cocina tradicional española e ilustrado Mujeres ligeramente alteradas de Antonia San Juan, Hechizos de la bruja moderna, de Montse Osuna y Pequeña historia del bar Boadas (entre otros), además de libros infantiles para las editoriales Cruïlla y La Galera.
4 comentarios:
¡Qué relaciones más extrañas maneja nuestra memoria! El perfecto dibujo de estos hemisferios cerebrales que compartes, me ha traído al momento presente, la vivencia de unos chupitos de mi pasada vida gamberra que se llamaban así
" C e r e b r o s ", en mis juergas por Manuela Malasaña en Madrid, y su composición era muy simple: Baileys y Granadina. Cuando lo veías, efectivamente era tal cual un cerebro en formol cubriendo todo el chupito como si se tratara de la retorta de un científico loco. El problema era que estaba, como puedes imaginar, muy bueno y dulce, pero no "subía", y ya empezamos a desvirtuarlo echándole whisky, licor de café y otras burradas que ya ni me acuerdo [¡¡¡De ello puedes deducir que logramos suministrarle la potencia que le faltaba!!!! ] En suma, siempre fueron "Cerebros" en cuanto a la pareidolia del vasito!!!!!
Un Abrazo por estas entradas que me resultan tan evocadoras!!!!!!
Excelente grafica, la obra debo conocerla!
Hola, Portoventolero! Recuerdo muy bien el chupito Cerebro, debe ser el preferido de los zombis. El cremoso Baileys al diluirse en vodka (yo lo tomaba así) conseguía una textura de sesos. Toda una experiencia. Sí, como un cerebro flotando en formol. ¡Dios, la de guarradas que llegué a beber por esa época!
Saludos!
Miquel.
Hola, Freddy! Me alegro de verte por aquí. Ese libro es la novela en la que se basó esa conocida película de los ochenta.
Saludos!
Miquel.
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